Año de publicación: 2009
Año IV-Vól.5
El Barco ebrio - Nueva York /Editorial Homo Scriptum, Monterrey-México.
Derechos reservados.
Año de publicación: 2009
Año IV-Vól.5
El Barco ebrio - Nueva York /Editorial Homo Scriptum, Monterrey-México.
Derechos reservados.
"Versos para el Inculpado"
Andante editores 1999.
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EUFEMA (poema inédito)
Parafraseando a León de Greiff.
Dejadme quedar un tiempo en las alturas,
Alejado de la estampida de los trenes,
fuera de la autopista cibernecia.
Lejos de la silueta propia, imaginada entre la gente.
Volador, topo y andante,
la frente huida…¡Valiente!
No soy "Harald el Oscuro"
aunque me mofe de la ciencia,
con la fragancia del pullover,
y la ignorancia entre las piernas.
Hálito en la luz enmascarado,
Grito de Münch, enorme entre los dientes.
Reciclada mueca en coro:
Baudelaire, Hölder y Dostoyevski.
Blasfemo de altas notas,
De Gogh,
Tristan / Zara,
Thu ´s T r a / t o s
Bajos y altos. Ambigüos,
entre los vuelos y mazmorras.
En fin,
Seré no ser, lo que me digo, -o lo contrario-
Presunto e inculpado,
Pero dejadme así Nietzscheano…
Adusto, rostro y pizzicato,
que con eufemas…parezco más a mi retrato.
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KAFKA (inédito 2006)
A mi Gregorio
Mudo, invisible, sin humor.
En la erección acuosa de la carne,
En la órbita soñada por Buñuel
que empapa en sangre la mirada que resiste.
Instituyo tu carácter adusto,
-amigo- Orlando.
Sin euforia, sin fonemas;
sin otra pretensión que volver
al honesto ritual de camaleón.
Lego mi brebaje kafkiano contra el reumatismo:
" Cada noche, al sentir frío,
frótese la mano en la frente,
ciñiéndose en la arruga precoz del entrecejo.
Sígase así, por el abdomen ventral articulado.
Sonríase después del temblor medular esquifenoide.
Y, déjense las patas en remojo, en agua tibia…
Despertará con la curiosa sensación
de poseer sólo dos patas.
y aunque mudo e invisible;
aunque adusto, y con la órbita ciertamente enrojecida:
¡El humor volverá!
Y con él…
también el arte."
fragmento del capítulo I-.
[...]..."Escuchaba las voces de los oficiales y soldados, los lamentos, gritos y quejidos venidos de otras eras. Dante y toda la exégesis voluptuosa del infierno danzó sobre sus ojos y el infierno se hizo dulce y soportable comparado con esa masa molida y maloliente que oprimía su pecho. Junto al oficial –de pronto- le horrorizó en tecnicolor un primer plano de un hocico húmedo y baboso que en su acercamiento aleve –del más macabro camarógrafo- inundó la escena. [...] ...
fragmento del capítulo IV:
[...]...Con sus escasas fuerzas intentó quitarse algo del peso que le sobrevenía. Y entonces se dio cuenta que gemía, que jadeaba a destiempo y su pecho parecía reventarse. Su brazo izquierdo posiblemente no estaba, o tal vez nunca estuvo pues no le sentía, pero grave asunto: no pudo fijar tal sentimiento porque el borbollón caliente en su cabeza húmeda y sangrante se lo impedía. Tenía la firme sensación de haber perdido también la parte izquierda de su rostro, de forma que sólo su ojo derecho sobresalía para otear el catafalco. Un olor insoportable de la muerte respingaba su nariz y las fosas se le abrían como ventosas de un caballo estrangulado...." " Las manos son -sin duda- la parte más escueta del carácter femenino. Bien formadas y de luengas uñas pintadas al carmín apretaban aquel "trapo" con una fuerza inusitada y violenta, casi extática. Roldán no perdía ningún detalle, gracias a que ella actuaba como si él no existiese. La nínfula estiró sus piernas en un gesto magistral, y aunque no podían verse eran finas, de rodillas pronunciadas y por supuesto huesudas con la frescura y convicción que sólo Balthus lograría. Alongó[W1] también el tronco y pudo verse una sinuosa costilla que se ocultó bajo la dermis deliciosa cuando toda ella se arqueaba hacia atrás apoyando su cabeza en la pared. El cuello blanquísimo obedecía al delirio contenido de la libido que ella no forzaba en absoluto, se doblaba lentamente mientras elevaba su quijada otorgandose con lentitud intensa y extasiada" [...]
LIBRO DE RELATOS (Inédito)
[...]... - Precisamente ese método de disección es el que culturalmente hemos heredado del pensamiento operacional. Eso que usted llama textura, también es el propio instinto dogmatizado, es por decirlo así, una mueca del payaso, que le protege por su belleza. Es el previo, que no es aún fisiología.
- Creo entender dijo D., que un idiota por ejemplo, puede serlo por la diferencia de cantidad de su idiotez en la concepción misma de los que le ven. Una concepción sujeta a normas establecidas de comparación.
- N., no entendía a dónde quería llegar D., y se exasperó sutilmente. En todo caso, refunfuñó, es para mí un placer decirle, que lo mismo puede suceder con el juego. Las mujeres juegan mejor que los hombres, porque juegan con la textura del azar. En este caso de una manera inocente y desinteresada.
- Creo estar totalmente de acuerdo con usted dijo D., lo he reflejado en un personaje no hace mucho.
¿!Ah¡ pero es usted dramaturgo?. fingiendo sorpresa, No amigo mío, soy demiurgo de las letras, y de profesión Acontista, dijo en broma D.,..."
"El arte no es un espejo de la realidad, sino el
martillo con que se le da forma"